Cuetzalan del progreso
En la ladera de la montaña, entre valles de fértiles terrazas, selvas de helechos gigantes donde habitan seres fantásticos, senderos que conducen a idílicas cascadas, grutas que se sumergen en el inframundo y pozas de un agua increíblemente transparente, se alza el Pueblo Mágico de Cuetzalan. El pueblo donde el hombre se transforma en pájaro y vuela. El pueblo que danza con sus quetzales, sus negritos y sus enmascarados payasos, el que se aferra al cerro con raíces de piedra. Muy cerca, en el sitio arqueológico deYohualichan, queda el legado en piedra de los ancestros.
Cuetzalan se aferra al cerro con raíces de piedra.
Casonas blancas y rojas, de gruesos muros y anchos aleros. Por sus calles empinadas se extiende, desde la gran plaza principal, el tianguis dominical, sobreviviente de aquellos "días de plaza" en tiempos anteriores.
Días de trueque, de comercio, y también de contacto entre comunidades. Los domingos, hombres de blanco impoluto y mujeres también de blanco -o de negro, o de azul, según el pueblo- acuden a su cita ancestral en Cuetzalan. Café, bordados, flores, huaraches y alimentos en un ajetreo que sólo interrumpe el espectáculo sin igual de los voladores. Un momento verdaderamente mágico.
Actividades recomendadas
1.- Perderte en el colorido tianguis dominical, comprar los típicos bordados de la Sierra y sentir el vértigo de la espectacular danza de los voladores.
2.-Nadar en una poza de aguas cristalinas, bajo una cascada, en plena selva.
3.-Caminar por las calles serpenteantes del pueblo y fotografiar sus rincones más pintorescos, como la Iglesia de los Jarritos.
4.-Explorar las fascinantes grutas de los alrededores de Cuetzalan.
5.-Probar el aromático café y disfrutar del ambiente festivo en la Feria del Huipil y Feria del Café.
Zacatlán
Encaramado a lo más alto de la Barranca de los Jilgueros, Zacatlán se rodea de bosques cubiertos de niebla, fértiles campos sembrados de árboles frutales y valles donde las rocas desafían a la gravedad. Un Pueblo Mágico de sobria belleza, alejado de ostentación, orgulloso de su herencia.
Junto al antiguo convento Franciscano, un San Pablo indígena acompaña a San Pedro mientras la gente pasea por amplios jardines y concurridos portales. Alrededor: las grandes casonas de antaño con sus ventanas enrejadas y cuidados balcones, puertas de grandes aldabas, fachadas que compiten en encanto y protectores aleros.
Gris cantera, rojo y blanco, madera y fierro. El agradable paseo culmina en una plazuela, sentados en una terraza soleada tomando la exquisita sidra. El pueblo donde parece que el tiempo se detuvo observa, sin embargo, atento el paso de las horas.
Honran la tradición relojera de este pintoresco Pueblo Mágico el gran reloj floral en la plaza y los autómatas en la fachada de Centenario. Con las últimas campanadas, la niebla vuelve a envolverlo todo en un aura mágica y en las noches de fiesta la gran plaza se transforma en un espectáculo de danzas, música y pirotecnia.
Actividades recomendadas
1.-Pasear por las agradables calles de este Pueblo Mágico, admirando sus magníficos templos y sus hermosas casas tradicionales.
2.-Recorrer a caballo el capricho de la naturaleza que es el Valle de Piedras Encimadas.
3.-Disfrutar de las espectaculares vistas desde cualquier mirador sobre la Barranca de los Jilgueros.
4.-Conocer la tradición relojera de la fábrica Centenario, visitar el museo, asistir al espectáculo de los autómatas y oír las melodías del reloj floral.
5.-Probar sidras, conservas y licores frutales
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